sábado, 28 de noviembre de 2015

¿Qué tanto tenemos del “Síndrome de Maripili”?


Creo que a muchas personas que conozco les va a “hacer ruido” la siguiente descripción, y creo que habría que investigar cuántas de las mujeres que pueden ser catalogadas dentro de este sindrome desarrollan fibromialgia.

El nombre de “Síndrome de Maripili” fue acuñado por Carmen García Ribas, directora del programa Liderazgo Femenino ESCI-UPF (Universidad Pompeu Fabra), quien escribió un libro con ese título.

Maripili es una mujer de cualquier edad que quiere agradar a todo el mundo, que lucha para ser buena en cada uno de los papeles que le ha tocado ejercer durante su vida, aunque esto implique un desgaste extremo tanto físico como psíquico, y que se desmorona cuando recibe un mensaje de rechazo o de censura.



Así, muchas mujeres de hoy en día se obsesionan por complacer a su entorno en todo y cumplir a la perfección su rol como profesional, mamá, esposa, amiga e hija, sometiéndose a un alto grado de estrés.

Este comportamiento se caracteriza por:

Miedo a no complacer
Miedo a no ser querida, que lleva a la sumisión, predispone a la humillación y puede provocar un mayor abuso sobre las mujeres
Miedo a no cumplir los estereotipos (tener marido, hijos, un aspecto fantástico, etc.)
Miedo al éxito
Miedo a la exclusión
Auto-sabotaje que consiste en devaluarse para no sobresalir y evitar la posibilidad de no ser querida, lo que lleva a no ser respetada
Las mujeres que padecen el Síndrome de Maripili tienen sentimientos de culpa, sumisión y un permanente enojo con ellas mismas.

Existe un determinado número de mujeres que no ascienden en su trabajo por miedo a no ser queridas y que prefieren ser definidas como amables y buenas compañeras, ya que temen ser rechazadas si se destacan. Por otra parte, también aspiran alcanzar cargos directivos pero cuentan con varios elementos que actúan de freno como el cuidado de la familia y de la casa. 

Un profunda reflexión o una breve terapia pueden lograr que estas mujeres entiendan que no es posible gustar a todos ni ser excelentes en cada esfera de la vida, sino que lo normal es tener éxitos y fracasos y que tanto unos como otros pueden ser muy valiosos para capitalizar a la hora de crecer y perfeccionarse, mirando siempre adelante y dejando de lado el juicio o la mirada ajena.

  REFLEXIÓN:

Después de leer el anterior artículo tendríamos la tarea de revisar, quizás escribir y comparar cuestiones de nuestra vida tales como:

¿Qué tanto tendremos del “Síndrome de Maripili“?
¿Qué tanto estamos haciendo a diario para querer agradar a todos?
¿Qué podemos hacer para evitar que el deseo por agradar predomine en nuestras vidas?
¿Qué puedo hacer hoy para modificar esta conducta?


Fuente: http://www.bairesdigital.com

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